9 Sencillos y Eficaces Consejos para Hablar en Público
Mucha gente odia hacer presentaciones ante un público, ya sea a una sola persona o todo un estadio completo. Desgraciadamente, para alguien como tú o tus compañeras, mujeres emprendedoras de alto nivel, hablar en público forma parte del trabajo y puede afectar al éxito de tus ideas, al avance de tu carrera y a la obtención de más fondos.
Aquí están los 9 mejores consejos para inspirarte y hablar en público como lo hace esta mujer encantadora y hacer que hablar en público sea más fácil:
1. Prepárate
La parte más importante del éxito de una presentación tiene lugar antes de empezar a hablar. Una vez que empieces a hablar, agradecerás la fastidiosa preparación y práctica.
Prepara tu presentación con mucho tiempo y anota todos los puntos que quieres exponer en cada diapositiva. Este tiempo te ayudará a asegurarte de que existe todo el material que necesitas y te permitirá practicar mucho.
Si vas a utilizar un folleto, asegúrate de tenerlo preparado de antemano (también es un respaldo útil en caso de dificultades técnicas).
Haz tu presentación ante el espejo, tu pareja/mamá/compañero de piso, la cámara de vídeo. Obtén comentarios y mira la grabación. Descubre dónde están tus dificultades y los malos hábitos que puedas tener. Arréglalos con más práctica o modificando la charla. También un buen consejo es mirar presentaciones de emprendedoras o personas que admires, analiza cómo lo hacen, cómo se desenvuelven y cómo llevan a cabo sus presentaciones.
Si hay palabras difíciles de pronunciar o jerga técnica, asegúrate de que puedes decirlas. La pronunciación correcta y el conocimiento del lenguaje del sector te darán credibilidad.
2. Controla el Espacio
Se consciente de tu lenguaje corporal. La comunicación física es una de las claves más importantes de ser una mujer emprendedora. La misma puede tener un profundo impacto en la forma en que se recibe e interpreta un mensaje.
He aquí algunas formas de mejorar tu lenguaje corporal:
- Mira a tu público y ponte de pie con los pies separados de la cadera.
- Mantén el contacto visual, pero no demasiado tiempo. No quieres parecer espeluznante.
- No te quedes rígida. Muévete libremente, pero no camines. Recorre el espacio disponible en el escenario
- Evita cruzar los brazos, juntar las manos detrás o delante del cuerpo o meter las manos en los bolsillos.
- No toques nada. Mantén las manos libres para la gesticulación expresiva.
3. Canaliza la Actriz que Llevas Dentro
El tono de tu voz y tu forma de hablar tendrán un impacto significativo en la forma en que se reciba tu charla. Para hablar con claridad y seguridad, debes asemejarte a un actor/ actriz. Utiliza las 5 “P” para mejorar la claridad de tu discurso:
- Proyección: Asegúrate de que la parte de atrás de la sala puede oír, pero no ensordezcas a los que están delante.
- Ritmo: Mantén un ritmo constante. Los nervios pueden incitarte a hablar más rápido para acabar con el calvario, pero eso dificultará la comprensión y empañará tu mensaje. Intenta variar el ritmo para mantener el interés.
- Tono: Varía tu tono, las voces monótonas son aburridas y difíciles de escuchar. Además, intenta no utilizar una inflexión ascendente al final de todas las frases, te hace parecer inseguro de las cosas que dices.
- Pronunciación: No murmures. Asegúrate de que todas las sílabas son claras. Practica palabras y frases difíciles de decir.
- Pausa: Las pausas ayudan al público a asimilar la información que acaban de escuchar y te dan tiempo para preparar la siguiente sección. También te permite disponer de un momento para ordenar tus pensamientos. Además, es mejor estar en silencio que utilizar palabras de relleno como “um”, “ah” y “ya sabes”.
4. Conoce a Tu Público
Por ejemplo. los científicos suelen tener que hacer presentaciones ante una gran variedad de personas, desde escolares hasta estudiantes universitarios y otros expertos en su campo. Asegúrate de que el contenido, el lenguaje, el tono y el lenguaje corporal son adecuados para tu público.
Además, trata de entender por qué el público está escuchando. Pregunta: “¿Qué voy a ganar escuchando esta charla?”, como si tú misma estuvieras entre el público. Ten en claro tu objetivo y lo que el público debería obtener al asistir. Además, establece tu credibilidad. Dile a tu público por qué debería escucharte.
5. Vence el Miedo
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero entender cómo afectan los nervios a tu capacidad para hablar en público es un buen comienzo. Saber lo que puede ocurrir te ayudará a calmar los nervios y a seguir adelante si empiezan.
En primer lugar, cuanto más preparada estés, mejor y menos nerviosa estarás y mejor podrá afrontar cualquier contratiempo.
No tomes cafeína de antemano, pues aumentará tu ansiedad. Pero toma agua por si se te seca la boca.
Come algo antes, un nivel bajo de azúcar no ayudará a disipar los pensamientos nerviosos y también afectará a tus niveles de concentración.
Recuerda que el público no está allí para verte a ti. Les interesa mucho más lo que tienes que decir. Tampoco les interesa que fracases; son tus amigos, no tus enemigos. Recuerda que estás hablando como un servicio a tus asistentes, esto ayuda a centrarte menos en ti y más en el contenido.
No digas al público que estás nerviosa. Casi todo el mundo sufre algo de ansiedad al hablar en público; rara vez es tan evidente desde fuera como parece.
Si es necesario, utiliza técnicas de respiración y relajación antes de empezar para ayudar a calmar los nervios de última hora.
6. Tira Tus Notas
Aunque deberías haber tomado notas de todos los puntos que quieres exponer en cada diapositiva, no las lleves contigo a la presentación. (Si debes tener algo en caso de emergencia, crea una lista de viñetas debajo de tus diapositivas en tu software de presentación).
El uso de notas tiene dos efectos perjudiciales para tu charla:
- En primer lugar, las notas hacen que parezca que no eres un experto en el tema. Reducen tu credibilidad.
- En segundo lugar, se convierten en algo tras lo que esconderse para ayudar a contener los nervios. Si estás mirando tus notas, no estás interactuando con tu audiencia. Si no te relacionas con tu público, no te están escuchando bien.
- Además, si lees directamente de las notas, es probable que tu tono de voz sea plano y que tu presencia en el escenario sea mínima. Si este es el caso, puedes estar hablando del tema más apasionante del planeta, y tu audiencia puede seguir cabeceando.
7. Añade un Poco de Estilo
Si utilizas diapositivas para la presentación, sácales el máximo partido. Más que bonitas, las diapositivas deben ser funcionales, pero añadir un poco de diversión y color no suele hacer daño. Aquí tienes tres consejos rápidos para mejorar las diapositivas:
- Reduce al mínimo las palabras en cada diapositiva
- Asegúrate de que las palabras o los elementos visuales sean lo suficientemente grandes como para que se vean al fondo de la sala
- Incluye imágenes, vídeos y animaciones sólo para ayudar a aclarar tus puntos. (¡No las añadas si tienen el efecto contrario!)
No es necesario que las diapositivas contengan todo lo que vas a decir. Sólo indicaciones que te ayuden a recordar de qué vas a hablar y medios audiovisuales que refuercen cualquier punto que estés exponiendo.
8. Intenta Divertirte (o al menos parecerlo)
Si pareces aburrido, el público pensará que lo estás. Y si el tema te aburre, ¿por qué debería interesarle a quien te escucha? Cuando salgas, sonríe, haz que parezca que estás contento y agradecida de estar allí (aunque prefieras estar en la cama viendo Netflix). Si te sientes lo suficientemente segura como para hacerlo, añade un poco de humor (siempre que sea apropiado). Esto ayudará a ti y a tu público a relajarlos, y a romper el hielo si la sala se siente un poco tensa o poco amigable.
9. Aprende de Tus Errores (y de tus éxitos)
Cada vez que hagas una presentación, tómate un tiempo después para pensar en lo que ha funcionado y lo que ha fallado. Si ha ido bien, piensa en lo que hizo que saliera bien. Si ha ido mal, analiza dónde y cómo ha ido mal para que la próxima vez puedas cambiar tu estrategia y asegurarte de que no vuelva a ocurrir lo mismo.
Acepta el Reto
Hablar en público forma parte de la vida de una mujer emprendedora y debes aprovechar todas las oportunidades posibles para defender tu trabajo. ¿De qué sirve emprender si nadie te conoce?
La mejor manera de enfrentarse a la (a veces desafortunada) necesidad de hablar en público es aceptarla, darse cuenta de cómo te ayudará a ti y a tu público, y disfrutar de la conversación que suscita.